Camila Cabello es una de artistas más famosas y exitosas de la industria musical; sin embargo, durante su infancia vivió uno momento muy difícil, tener que cruzar la peligrosa frontera entre México y Estados Unidos como indocumentada. La propia cubana contó c´mo fue la experiencia. Te interesa: Camila Cabello se transforma en una muñeca Bratz … Leer más
Camila Cabello es una de artistas más famosas y exitosas de la industria musical; sin embargo, durante su infancia vivió uno momento muy difícil, tener que cruzar la peligrosa frontera entre México y Estados Unidos como indocumentada. La propia cubana contó c´mo fue la experiencia.
Te interesa: Camila Cabello se transforma en una muñeca Bratz
Es una cantante que goza de una gran éxito, pero a pesar de su fama mundial, Camila Cabello de 25 años no olvida sus raíces, ni cómo llegó al país que la ha visto crecer.
Cuando tenía 7 años, Camila cruzó la frontera entre México y Estados Unidos junto a su mamá, dejando atrás a su padre, al resto de su familia y a la vida que tenía en México, y con casi nada de dinero para comenzar una nueva vida y hacer realidad el sueño americano.
Fue durante una entrevista con The Late Late Show con James Corden, donde Camila contó detalles de aquel día.
“Mi mamá cruzó la frontera mexicana conmigo cuando yo tenía 7 años. Tuvimos que dejar a mi papá atrás. Ella solo llevaba un poco de ropa en una mochila, básicamente nada de dinero, no hablaba inglés”.
Aunque nació en La Habana, Cuba, Camila vivió durante un par de años en México, el país de su padre. Pero decidieron emprender el camino a Estados Unidos bajo la política migratoria pies secos/pies mojados que estaba vigente en Estados Unidos.
Camila recuerda que cuando su mamá y ella dejaron solas México, ella le decía que iban a Disney World, por lo que solo cargo con su diario y uno de sus juguetes.
Su padre las alcanzó tiempo después: ”Mi papá literalmente cruzó nadando el río Bravo”.
En una entrevista anterior con el medio Popsugar Latina, Camila cuenta que cuando cruzaron la frontera, ella nunca pensó en el miedo que debieron sentir sus padres cuando cruzaron la frontera, ahora que es consciente de todo lo que vivieron, los entiende mejor.
“No me di cuenta entonces, pero, oye, ahora soy consciente. Pienso en el miedo que ambos tuvieron que pasar.
Decidimos empezar desde cero, con un par de cientos de dólares, la ropa que llevábamos en la espalda, ninguna familia en los Estados Unidos y sin idea de lo que iba a suceder al día siguiente“.