La tarde de este viernes 12 de agosto se dio a conocer que la empresaria y creadora de Distroller falleció a los 57 años de edad. Hasta el momento se desconocen las causas de su muerte.
Fue a través de redes sociales que familiares y amigos han dado a conocer la noticia. Fue su hija Camila West Serrano quien compartió en sus historias de Instagram unas palabras donde pedía oraciones por su mamá.
“Persona de una sola pieza, mi mamá. Deshecha por dentro, por fuera no puedo expresar lo mucho que te amo mamá que sin ti esto no es vida. Que se te conceda el milagro que le has dado tú a millones de personas. Te amo infinito y les pido a todos que recen por ella, ya saben quién es y es la persona más chingona que el planeta pueda tener. Mi mamá querida te amo con el alma y te abrazo desde otra dimensión en la que no nos podemos ver ahorita. Recemos por ese milagro, por favor, todos únanse a una oración”, escribió.
Nació el 31 de octubre de 1965, hija de la filántropa Amparo Espinosa Rugarcía y nieta del banquero Manuel Espinosa Yglesias.
Desde pequeña amaba los colores estridentes, mismos que elegía a la hora de vestir. Su personalidad era única y especial, pues desde pequeña mostró ser independiente y creativa. Se cortaba el pelo ella sola y usaba pelucas.
Tomó clases de pintura y en su casa pintaba cada rincón que podía, así que los plumones no faltaron nunca en sus manos.
Pronto llegó el momento de llegar a la Universidad y optó por estudiar diseño en la Universidad Anáhuac. “Ahora creo al 100% el cursi dicho de que las cosas pasan por algo. Qué bueno que me corrieron de donde me debían corre y qué bueno que estudié diseño porque fue la carrera perfecta para mí”, dijo en una entrevista.
Se mudó a Nueva York cuando contrajo matrimonio con David West, con quien tuvo dos hijas: Minnie y Camila. Radicada en la Gran Manzana, Amparín decidió estudiar cerámica. Su lado artístico salió inmediatamente y fue justo cuando pinto un plato donde contaba cómo había conocido a su esposo que enamoró a sus conocidos, así que pronto le hicieron pedidos.
Al principio, Amparín comenzó con una tienda de regalos originales que hacía ella a mano. Vendía Vasijas, objetos de madera, portarretratos, entre otras cosas.
Pero con el tiempo fue haciendo creaciones especiales, así fue como nació el diseño de la Vírgen de Guadalupe con la frase “Virgencita plis” que pronto se convirtió en el favorito de muchos.
Lo que pocos recuerdan es que Amparín Serrano perteneció a Flans, donde estuvo por dos años: “Después de estar dos años en el grupo la productora decidió correrme justo antes de grabar el primer disco. Para mí fue un trancazo porque toda la seguridad que tenía la perdí por completo, haz de cuenta que me quitaron la columna vertebral, y lo peor fue ver el éxito que tuvieron durante cuatro años. Fue una tortura para mí, dolorosísimo, más que el divorcio de mis papás”.
Pero su pasión por la música no desapareció y buscó una nueva oportunidad, lo que la llevó a pertenecer al dueto Media Luna, con el que tuvo éxitos como “La Luna”, “Dime por qué” y “Sueños”. Sin embargo para finales de la década de los 80, el dueto desapareció.
Ya antes había estado como extra de la telenovela “Mundo de Juguete” e incluso fue portada de la revista ERES, donde apareció con Erik Rubín.