Matthew Perry pudo haber tenido una carrera más estable de no haber sido por sus problemas con el alcohol y las drogas.
Las adicciones persiguieron a Matthew Perry desde muy joven. (Getty Images)
Aún cuando se sabía de los problemas de adicción de Matthew Perry, su muerte tomó por sorpresa al mundo entero. Hace apenas unas horas la policía reportó haberlo hallado sin vida en el jacuzzi de su casa en Los Ángeles.
A mediados de los 90, cuando ‘Friends’ era la sensación, el actor que interpretaba a Chandler en ‘Friends’ era uno de los actores más prometedores de su generación, pero sus problemas con las adicciones no le permitieron llegar al lugar que parecía estar reservado para él.
Durante décadas, Perry sufrió de fuertes problemas causados por su adicción a las drogas y al alcohol, pero contrario a lo que muchos creen, la fama no fue la causante de este descalabro.
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En su autobiografía ‘Amigos, amantes y aquello tan terrible‘, que salió a la venta en noviembre del año pasado, Perry reveló que pasó 15 veces por rehabilitación y tocó fondo hace cinco años, cuando pasó dos semanas en coma por consumo excesivo de alcohol y opiáceos.
El peor momento lo vivió en una de las últimas temporadas de la serie, cuando ya se sabía públicamente de sus adicciones. Los médicos le diagnosticaron una pancreatitis aguda que lo llevó a pesar 58 kilos.
Matthew Perry ya tenía problemas con el alcohol y los medicamentos antes de que se hiciera famoso en el mundo entero.
En su autobiografía el actor acepta que cuando empezó en ‘Friends’ a los 24 años, ya era alcohólico, pues que su adicción por la bebida comenzó a los 13 años, aunque dice que en ese entonces podía controlar el problema.
Lo grave comenzó en 1997, cuando tuvo un accidente en jet ski que lo convirtió al poco tiempo en adicto al Vicodin, un analgésico muy potente que solía mezclar con el alcohol. El mismo Perry acepta en su libro que llegó a tomar hasta 55 pastillas de este medicamento al día en su momento más bajo.
Aunque hasta el momento no se sabe cuál podría ser la causa de su muerte, se especula que Matthew Perry pudo haber muerto de un ataque al corazón. La policía reportó que no se encontraron drogas en la casa del actor.
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