Para el noveno aniversario luctuoso de Gustavo Cerati recordamos una de las mejores anécdotas de su carrera.
Hace nueve años, el 4 de septiembre de 2014 falleció Gustavo Cerati en Buenos Aires a causa de un paro respiratorio tras cuatro años de estar coma. Su carrera estuvo llena de momentos especiales y este debe ser uno de los mayores. Así fue el día que Gustavo Cerati y Carlos Santana tocaron juntos en Bogotá en 1996.
El 15 de marzo de 1996 hubo un cartel histórico en El Campín de Bogotá: Carlos Santana daría un concierto y su grupo abridor sería nada menos que Soda Sterero. La anécdota que estás por leer la publicó el periodista argentino Sergio Marchi en el libro ‘Algún tiempo atrás, la historia de Gustavo Cerati‘ (Penguin Randomhouse) y nosotros te la resumimos aquí.
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En el estadio El Campín había 35 mil personas que resistían la lluvia. Santana estaba en plena prueba de sonido, pero decidió quedarse en el estadio para evitar el tráfico. La leyenda mexicana repartía sus acostumbradas bendiciones previas a sus conciertos cuando llegó Soda Stereo a su prueba de sonido y dijo: “Quiero invitar a Gustavo a tocar”. Cuando se lo dijeron a Cerati no lo podía creer.
Marchi cuenta en su libro que el primer concierto al que asistió Gustavo Cerati en su vida fue precisamente a uno de Carlos Santana cuando el astro argentino tenía apenas 14 años de edad y desde ahí le tuvo una admiración enorme al guitarrista mexicano hasta el día que murió.
Además, Soda Stereo venía de grabar su MTV Unplugged, ‘Comfort y música para volar’ y estaban en pleno proceso de desintegración, pero poco antes del concierto, Carlos Santana se les acercó y les dijo: “‘Hermanos, yo sé que ustedes tienen problemas pero es muy importante que estén unidos porque la música latinoamericana los necesita”, y entonces les extendió la invitación.
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Ya en el concierto, el músico mexicano presentó al astro argentino y el público enloqueció. Gustavo Cerati y Carlos Santana tocaron juntos una versión de ‘Exodus’, un tema de Bob Marley. En entrevistas con miembros del equipo de Cerati que recopiló Marchi, todos coincidieron en una cosa: esa noche Gustavo tocó como nunca.
Después del concierto, invitaron a Gustavo al camerino de Santana para conversar con su ídolo, al que le agradeció la invitación y le contó que al primer concierto que había ido fue el suyo en Buenos Aires. “Carlos le dijo que le encantaba como tocaba y Gustavo se fue con una felicidad como si lo hubiera bendecido un Papa”, escribe Marchi.
‘Algún tiempo atrás, la historia de Gustavo Cerati’ está disponible en librerías físicas y virtuales.
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