Cuando vas al concierto de tu artista o banda favorita, la euforia y adrenalina te invaden. ¿Pero qué pasa una vez que se termina? Si te invade ese sentimiento de tristeza, lo más probable es que tengas depresión post concierto. ¿Y de qué se trata esto? Sigue leyendo. Estás viendo cómo se apagan las luces … Leer más
Cuando vas al concierto de tu artista o banda favorita, la euforia y adrenalina te invaden. ¿Pero qué pasa una vez que se termina? Si te invade ese sentimiento de tristeza, lo más probable es que tengas depresión post concierto. ¿Y de qué se trata esto? Sigue leyendo.
Estás viendo cómo se apagan las luces y el staff comienza a recoger todo el escenario. Sales del lugar y todo es felicidad, pero con el pasar del tiempo y los días llega un sube y baja de emociones.
De acuerdo con Cassie Whitt de ATL Press, existen varias etapas, pasando primero por la euforia, la reflexión y realización; seguido de la realidad, la incomprensión, el acoso y la falta de control de impulsos; y por último, la aceptación o vuelta a la vida normal.
En las primeras etapas, la euforia de estar en primera fila y cantando hace que te sientes la persona más feliz del mundo. Despúes, reflexionas lo que sentiste y buscas revivirlo con fotos o videos, ya sea que los hayas tomado o que lo encuentres en redes sociales. Sin embargo, te das cuenta que la emoción de lo vivido no la volverás a sentir.
Luego viene una crisis de realidad, incomprensión y acoso, ya que en esta fase piensas en cuál es el punto de tu vida después del concierto. Además de que cree que nadie te comprende si no lo vivieron como tú. Esto da pie a que podrías acosar, por todos los medios posibles, a quienes sí sean fan de tu artista y pueda llegar a entenderte, lo cual puede provocar una falta de control de impulsos.
Si ya te diste cuenta que pasaste por la mayoría de esas fases, ¡no te preocupes que tiene solución! Eventualmente, aceptarás que viviste lo mejor sin sentirte triste, y estarás de vuelta a tu vida normal. Podrás ver las fotos o videos como un bonito recuerdo y dejarás de sentirte mal.
Recuerda que siempre hay un concierto esperando a tu bolsillo. ¿Ya estás listo para el siguiente?