1992: Lucero y las características que debía tener su pareja para que no se acabara el amor

Lucero y Mijares se casaron en 1997 y estuvieron casados durante 14 años, hasta que en el 2011 decidieron separarse. Los artistas tuvieron dos hijos juntos y actualmente llevan una relación cordial. La intérprete de Vete con ella sabía desde muy joven cómo quería que fuera su pareja ideal y nos lo confesó todo sobre el amor … Leer más

1992: Lucero y las características que debía tener su pareja para que no se acabara el amor
Por:Redacción ERES-Hace 943 días

Lucero y Mijares se casaron en 1997 y estuvieron casados durante 14 años, hasta que en el 2011 decidieron separarse. Los artistas tuvieron dos hijos juntos y actualmente llevan una relación cordial. La intérprete de Vete con ella sabía desde muy joven cómo quería que fuera su pareja ideal y nos lo confesó todo sobre el amor en la entrevista que le hicimos para su portada Eres de 1992.

1992: Lucero y las características que debía tener su pareja para que no se acabara el amor

Para Lucero, era muy importante que su pareja no tuviera vicios ni tomara: “No porque sea un pecado, pero creo que hay que saber medirse; que no se drogue, ¡yo no podría vivir con ese tipo de gente!”. La cantante también confesó que le desilusionaba la falta de caballerosidad y que le encantaban los detalles, aunque no le gustaban los grandes regalos:

“Creo que las mujeres somos culpables de que esto suceda. con eso de la liberación femenina, la modernidad y el machismo, las mujeres no dejamos que los hombres sean caballerosos. Si pensaban abrirnos la puerta del coche, nos bajamos antes de que lo hagan; si pensaban ayudarnos a ponernos el saco, nos los ponemos antes. Nos gustan los detalles, aunque a veces nuestras actitudes frívolas, independientes, de superioridad, influyen para que se pierda todo esto. Ahora, el amor está más basado en lo material, en que si tienes coche, dinero o etc. Sin embargo, no creo que sea difícil regresar al romanticismo. El chiste es que uno se proponga reconquistarlo”. 

En aquel entonces, Lucero no se había enamorado perdidamente de nadie, pero admitió que sí creía en el amor: “Me enamoro muy fácilmente, no obstante, me desenamoro de la misma forma. Nunca me he enamorado perdidamente, si hubiera sido así, quizá ya me hubiera casado, pero no sé, de momento, siento que lo que creía tan increíble, no lo es tanto y el amor se acaba”. 

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