Desde la década de los 90, Sasha Sokol se convirtió en un ejemplo a seguir entre sus fanáticos por su forma de ser y pensar, además de su evidente talento. Y es que la artista tenía una forma muy peculiar de pensar y vivir. ¿Quieres saber cómo era la mentalidad de Sasha en la década … Leer más
Desde la década de los 90, Sasha Sokol se convirtió en un ejemplo a seguir entre sus fanáticos por su forma de ser y pensar, además de su evidente talento. Y es que la artista tenía una forma muy peculiar de pensar y vivir. ¿Quieres saber cómo era la mentalidad de Sasha en la década de los 90? Aquí te lo contamos…
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Sasha confiaba en la magia del momento y en lo que su presente le otorgaba: “Yo creo que todo ocurre por algo, que existe una gran armonía entre lo que sucede y lo que no, porque si no hubiera pasado por esas experiencias, no sería quien soy. Ahora soy más valiente, más brava y tengo más cualidades. Está en nosotros entender que todo tiene un sentido y que hay que buscar las cosas positivas aún en las situaciones que parecen ser negativas.
Y es que Sasha creía que tenía que vivir ciertas situaciones para crecer, que eran karmas que necesitaba aprender para evolucionar. Sin embargo, también pensaba que existía el libre albedrío de escogerlas y aprender de ellas.
“No hay nada externo que te pueda dar la felicidad, y la única felicidad que conozco y que es constante, es la que está dentro de ti. Es esa paz, esa luz y esa satisfacción de ser un buen ser humano. Creo que sí hay ciertas cosas que pueden estar marcadas, pero depende de ti borrarlas o seguirlas cargando”.
Sasha incluso nos confesó que creía en la reencarnación y reveló lo que cree que fue en una vida pasada: “Pues creo que alguna vez fui piedra en un mar y que las olas me golpearon muchas veces, hasta que me pulverizaron y regresé al mar. Luego, en otra vida, debo de haber sido polvo de una estrella y me caí a la Tierra. En otra vida, un renacuajo, y luego en otra, fui una flor, y así…”.
En aquel entonces, Sasha reveló sentirse muy en paz y con más ganas que nunca de seguir buscando esa paz y aprender más sobre ella misma.
“Mientras más herramientas pueda yo tener para aprender, va a ser más fácil que emprenda este camino, este viaje hacia mi ser interior, y me dan ganas de compartirlo y expresarlo a través de mi música.