Según lo que se vio en la audiencia del 11 de febrero de 2025, el 14 de octubre de 2024, Liam Payne y Braian Nahuel Paiz, un ex camarero de un exclusivo bar en Puerto Madero, mantuvieron una conversación en la que Paiz le ofrecía cocaína al artista. Según los mensajes revelados, Paiz le dijo a Payne: “La voy a comprar y si la aceptas, es un regalo”. Esta comunicación sugiere que Paiz no solo facilitaba, sino que también incentivaba el consumo de estupefacientes por parte del cantante.
Los abogados defensores de Braian Nahuel Paiz argumentan que no hubo una transacción comercial de drogas entre su cliente y Liam Payne. Según ellos, Paiz y Payne tenían una relación amistosa, y cualquier sustancia proporcionada fue en el contexto de esa amistad, sin intercambio monetario. Esta defensa busca desvincular a Paiz de las acusaciones de tráfico de estupefacientes y reducir su responsabilidad en la muerte del cantante.
La revelación de estos mensajes de texto podría terminar de hundir a Braian Nahuel Paiz. Mientras la defensa sostiene que no hubo intención de causar daño, la fiscalía argumenta que la facilitación y suministro de drogas contribuyeron directamente a la muerte del artista. El caso continúa en desarrollo, y se espera que nuevas evidencias arrojen aclaren las circunstancias que llevaron al fallecimiento de la estrella pop.
Además de Paiz, otras cuatro personas han sido imputadas en relación con la muerte de Payne. Entre ellos se encuentran Ezequiel Pereyra, empleado del hotel acusado de suministrar drogas, y Roger Nores, amigo cercano del cantante, quien enfrenta cargos por homicidio imprudencial. También están implicados Gilda Martín, gerente del hotel, y Esteban Grassi, jefe de recepción, acusados de no garantizar la seguridad del artista.
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