Hace algunas semanas, Sasha Sokol rompió el silencio sobre su historia de abuso y acusó a Luis de Llano de haber mantenido una relación con ella cuando la cantante tenía tan solo 14 años y el productor 39. “Desde los 14 años quise creer que fui responsable de lo que pasó. Hoy comprendo que mi única responsabilidad … Leer más
Hace algunas semanas, Sasha Sokol rompió el silencio sobre su historia de abuso y acusó a Luis de Llano de haber mantenido una relación con ella cuando la cantante tenía tan solo 14 años y el productor 39.
“Desde los 14 años quise creer que fui responsable de lo que pasó. Hoy comprendo que mi única responsabilidad fue guardar silencio”, comenzó contando Sasha. “Cuando la relación comenzó yo tenía 14 y él 39. Yo estaba en Vaselina con Timbiriche y era claramente una niña. Estuvimos juntos casi 4 años. Mi familia se enteró y se volvieron locos y no era para menos. Luis casi me triplicaba la edad. Era un año más grande que mi papá y tenía la misma edad de mi mamá”, señaló a través de sus redes sociales.
La integrante de Timbiriche expresó que lo que hizo el productor es un delito, considerando que durante toda su “relación sentimental”, Sasha fue menor de edad. Tras estas declaraciones, Luis de Llano negó haber cometido algún delito, además de señalar que sus actos no fueron inmorales, por lo que la artista decidió mandarle un mensaje más: “Nos vemos en los tribunales”.
Tras las declaraciones que hizo Sasha Sokol el pasado 8 de marzo, Luis de Llano le ofreció una disculpa pública a la cantante y aseguro que todo se trató de “falsas especulaciones”. Sin embargo, no conforme con su comunicado, Sasha decidió mandar un nuevo mensaje al productor.
“Ha pasado casi un mes desde mi comunicado del 8 de marzo. Pensé que no tendría que hablar más sobre este tema pero las circunstancias no me dejan alternativa. Luis miente al querer involucrar a mis padres diciendo que la relación fue “transparente”. Nada está más lejos de la verdad. ¿Transparencia? ¿Es en serio? Mis padres se enteraron de la relación DOS AÑOS DESPUÉS de que ésta comenzara.
Reitero, cuando inició yo tenía 14; cuando se enteraron me acercaba a los 16. ¿Cómo podían haber consentido algo que no sabían que existía? Por supuesto que mi mamá contempló demandar penalmente a Luis de Llano. Los abogados la disuadieron con los mismos argumentos que inhiben a tantas personas a defenderse del abuso: falta de legislación adecuada, estigmatización, miedo, vergüenza. Ella optó por encarar a Luis y él se comprometió a alejarse de mí. Inmediatamente me sacó de Timbiriche mandándome a un internado en el extranjero.
Pero aun en Boston, Luis y yo seguimos hablando diario por teléfono y él procuró varios encuentros, nuevamente a espaldas de mis padres. ¿Cómo puede llamar “transparente” a una relación que casi en su totalidad fue oculta? Tengo pruebas de todo lo que digo. Él no, puesto que no existen. Quizá la imagen de este texto, que me escribió el 10 de marzo un amigo con quien compartí esa época, contextualice la edad que yo tenía:
“Todos estos años he conservado con asombro el recuerdo de algunas tardes en las que nos reuníamos contigo, en casa de Luis -en la calle de Mariscal-, a ver capítulos de Mundo de Juguete comiendo galletas. ¡Eramos unos niños, carajo!” ¿Qué conduce a un menor de edad a tener relaciones sexuales con un adulto? El término es conocido como GROOMING: “Es una serie de conductas y acciones emprendidas por un adulto, con el objetivo deliberado de ganarse la confianza de un menor de edad, creando una conexión emocional, con el fin de abusar sexualmente de él.”
Luis era admirado y aplaudido por todos a mi alrededor. ¿Se imaginan lo que siente un menor recibiendo la atención de alguien así? Ser vista por él me hizo sentir la niña más especial del mundo. Cuando un menor siente mezcla de admiración y confianza ante un adulto, NO se encienden sus alarmas internas. Por el contrario, agradece la atención que considera un regalo. Al tratar de echarle la culpa a mi mamá, —las personas que no pueden ver lo que no ven—, simplemente diluyen la responsabilidad del único culpable. Y no hay nada que revictimice más a la víctima que mantener la impunidad del victimario.
En cuarenta años de carrera artística solamente en dos ocasiones he hablado de forma pública sobre mi vida privada y ambas, obedecen a la misma intención: generar conciencia sobre los riesgos que vivimos los jóvenes. Lo que yo hice al compartir la verdad no fue con la intención de lapidar a Luis. A él lo lapidan sus actos.
Luis: pensar que no actuaste de forma inmoral es lo inmoral.
Nos vemos en los tribunales”.
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